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El mito de B2

  • Publicado el 30 de Julio de 2018
  • www.kodak.com

La impresión es un negocio de fabricación. El coste de la producción siempre es importante, pero también lo son la calidad de impresión y los plazos de entrega. Una evaluación esencial de cualquier operación de fabricación debe responder a la siguiente pregunta: «¿Cómo puede producir el producto con el menor coste posible, la máxima calidad y en el plazo más breve de tiempo?»

A primera vista, los sistemas de impresión digital B2 de pequeño formato parecen ser una alternativa eficaz para los sistemas de impresión offset por pliegos de tamaño medio al ayudar a los impresores a controlar sus costes. Sin embargo, es necesario un examen más detallado de los requisitos de la aplicación y los costes de mano de obra y sustratos para comprender realmente el valor, y el riesgo, del formato de impresión digital B2.

Es fácil pensar que la impresión en un pliego más grande reduce los costes de producción. Este suele ser el caso normalmente con la litografía offset, donde el tiempo de preparación y los costes asociados tienen que amortizarse durante el tiempo de producción total. Dado que los tamaños de hoja impresos en los sistemas de impresión offset están limitados por la circunferencia de los cilindros de impresión y el tamaño de plancha correspondiente, que sea más ancho siempre es una manera de mejorar la productividad, al permitir imposiciones de 4 por cara o 2 por cara, por ejemplo.

Si aplicamos la mentalidad offset, es lógico concluir que los trabajos digitales impresos en pliegos más anchos tienen menores costes de producción y son una alternativa eficiente al offset para trabajos de tiradas cortas y plazos ajustados. La adopción de los sistemas de impresión digital por pliegos con un tamaño de pliego que comienza en 500 x 700 mm se basa en este supuesto.

Pero los sistemas de impresión digital tienen una escala diferente a la de los sistemas de impresión offset. La relación entre el tamaño de cilindro y el tamaño de imagen es totalmente diferente y la anchura de pliego es solo un factor en el complejo panorama de la productividad. Muchas aplicaciones que se imprimen normalmente en sistemas de impresión digital B2 son imposiciones de varias páginas por cara de piezas de formato relativamente pequeño, como por ejemplo, colateral A4 o correo directo.

El mito de B2

El uso de pliegos más anchos para este tipo de trabajos exige de por sí un mayor trabajo de postimpresión que si se utilizan pliegos más pequeños, y aumenta el trabajo, los desperdicios y la posibilidad de cometer errores. De hecho, la impresión de hojas más largas (frente a hojas más anchas) puede alterar completamente la dinámica de la productividad. Algunos sistemas de impresión digitales pueden imprimir en pliegos de 356 x 1000 mm.

Este tamaño de pliego más largo y más estrecho permite: Las nuevas aplicaciones de formatos más grandes se pasarán a impresión digital de tiradas cortas en la que pueden producirse por tamaño en un flujo de trabajo muy eficiente. Esto incluye varios tipos de colateral, carpetas con bolsillos, sobrecubiertas, señalización de venta minorista y materiales de punto de venta. La producción más eficiente de trabajos de menor tamaño que se imprimen con un tamaño más cercano al tamaño acabado, requiere menos manipulación y menos cortes para el acabado y además, genera menos residuos.

También es importante tener en cuenta que a medida que la anchura de hoja aumenta, lo hace la posibilidad de que haya un defecto en el pliego de impresión o en un componente del sistema de impresión, lo que aumenta el factor de desperdicios y el coste de sustitución para componentes como cilindros de mantilla que son más caros para los sistemas de impresión B2 que para los B3+. Los costes de restos son además mayores con los sistemas de impresión B2 frente a los B3, incluso si el índice de defectos es constante, porque hay dos veces más imágenes impresas en cada pliego defectuoso.

Cuando llega el momento de evaluar la rentabilidad de un sistema de impresión digital, la pregunta real que tenemos que contestar es con qué rapidez puede producirse una aplicación concreta con el menor coste general, incluyendo mano de obra, coste de capital, coste de energía, sustratos y acabado. Una rápida mirada a varias aplicaciones que suelen imprimirse en sistemas de impresión B2 demuestra que no siempre es la plataforma de producción más rentable.

B2 es una opción estupenda para folletos de formato grande. ¿Realmente?

Parece que el colateral de formato grande es la aplicación natural para los sistemas de impresión B2. Sin embargo, para aplicaciones como folletos de 6 paneles, la impresión en pliegos B2 tiene como resultado muchos desperdicios de guillotinado. Un tamaño de pliego de B3+ de 356 x 660 mm reduce drásticamente los desperdicios para este tipo de pieza.

La longitud de pliego de un metro que permiten algunos sistemas de impresión de formato B3+ también amplía el rango de piezas de formato grande que pueden producirse en el sistema de impresión para incluir folletos desplegables de 8 paneles, sobrecubiertas para libros grandes y piezas panorámicas que pueden superar los límites de tamaño de pliego de un sistema de impresión B2.

Los sistemas de impresión B2 pueden hacer pósteres. ¿Pueden?

Una de las aplicaciones promocionada como ideal para los sistemas de impresión B2 son los pósteres. Un repaso más detallado a las cifras demuestra que esto no es así. Con un tamaño terminado de 686 x 1016 mm, los pósteres de películas estándar son demasiado grandes para imprimirse en un sistema de impresión en formato B2. Incluso los pósteres comunes, con un tamaño de normalmente 610 x 914 mm, son demasiado grandes para sistemas de impresión B2.

Los únicos tipos de pósteres que realmente se adaptan al sistema de impresión B2 son las piezas de formato mediano-pequeño, que representan una fracción reducida del mercado. Aparte de los pósteres, hay muchas otras aplicaciones para las que el formato B2 es demasiado pequeño. Los folletos plegables de ocho paneles mencionados antes y las cajas plegables de medianas a grandes no pueden producirse en un sistema de impresión B2.

¿Signaturas … por supuesto?

Los sistemas de impresión B2 también se utilizan mucho en la fabricación de libros. Las signaturas de muchos tamaños de guillotinado estándar pueden imponerse en signaturas de 8 páginas y —como es estándar en el flujo de trabajo— salir del sistema de impresión B2 listas para plegar, clasificar, guillotinar y encuadernar. Al ser simplemente una versión más pequeña de los sistemas de impresión por pliegos tradicionales, puede parecer que los sistemas de impresión B2 son una forma más eficiente de producir libros bajo pedido o en tiradas más cortas. Pero los sistemas de impresión B3+ con capacidades de pliegos largos pueden cambiar realmente el paradigma de la fabricación de libros en el sentido de que beneficia tanto a los proveedores de servicios de impresión como a los editores.

Imagine las ventajas en productividad y costes de bloques de libros que salen del sistema de impresión listos para el acabado. Un sistema de impresión de tamaño B3+ permite este flujo de trabajo agilizado, al eliminar varias operaciones de acabado asociadas con las signaturas: no hay necesidad de plegar y clasificar las signaturas, lo que ahorra mano de obra y tiempo y reduce los desperdicios.

Además no es necesario esperar a que se impriman todas las signaturas antes de que pueda comenzar el acabado final del libro. La capacidad de producir bloques de libros directamente en el sistema de impresión de formato B3+ se traduce en un tiempo de ciclo mucho más rápido para la primera pieza terminada. Eso implica además que los folletos con totales de páginas no estándar pueden producirse de forma eficiente, sin generar muchos desperdicios de guillotinado y sin añadir páginas vacías.

B2 se adapta a mi equipo de acabado offset existente. ¿Es lo que quiere?

El formato B2 es muy familiar para muchos centros de impresión comercial con sistemas de impresión offset, que ya cuentan con equipos de acabado y encuadernación compatibles con salida de tamaño B2. Sin embargo, introducir volúmenes elevados de trabajos digitales de tiradas cortas y plazos breves puede que no sea tan fácil como parece y puede alterar las operaciones existentes.1 El equipo de acabado tradicional, que no está diseñado para manejar superficies de impresión digital, puede causar además, un alto índice de desechos para la salida digital.

Es más fácil conseguir la optimización de la eficiencia global mediante un sistema de acabado digital específico. Las empresas de acabado, de hecho, manifiestan la necesidad de acabado digital específico. Si lo analizamos más profundamente, la mayoría de los equipos que recomiendan son de tamaño A como el mostrado a continuación, lo que requiere que se corten pliegos B2 para poder utilizarlos con la mayoría de los equipos de acabado habituales. disponibles equipos de acabado de tamaño B2, pero para muchas aplicaciones es necesaria una manipulación adicional que requiere más mano de obra, más tiempo y más desperdicios.

Más costes ocultos en la producción de B2

La reducción de la cantidad de manipulación que se necesita desde el inicio al acabado es un elemento importante en el control de los costes de producción; más manejo de material impreso se traduce en costes más elevados para los desperdicios y los desechos potenciales. Esto también conlleva mayores costes de mano de obra, que son intrínsecamente necesarios con pliegos B2 cuando se comparan con pliegos de formato más pequeño. Muchos impresores incluyen un 10 % extra en sus cálculos para cubrir la mano de obra asociada con la manipulación de pliegos B2.

Los sistemas de impresión digital B3+ más pequeños permiten mayores elevaciones y un acabado mínimo lo que impulsa la eficiencia de la mano de obra. Los modelos de sistema de impresión más recientes ofrecen la ventaja añadida de permitir que un solo operador maneje varios sistemas de impresión.

La desventaja del sustrato

B2 es un tamaño incómodo que aumenta los costes de papel, a veces un 10 % o más, el tamaño de 500 X 700 mm no es el más eficiente para los pliegos de tamaños de referencia más populares. Excepto para algunas pocas aplicaciones, como los pósteres pequeños, los pliegos B2 suelen generar más desperdicios de guillotinado que los pliegos de tamaño A4 que están más cerca del tamaño acabado desde el principio. Además, los cada vez más populares sustratos gruesos y de especialidad no están disponibles en el tamaño B2. Para ser competitivo en el entorno actual de la alimentación por pliegos, la clave es la flexibilidad.

Cuando hablamos de manipulación del papel, el número de cajones de papel y opciones de alimentación suele estar limitado en los sistemas de impresión B2, lo que reduce el tiempo de funcionamiento y la productividad. La combinación de gasto de papel, exceso de desperdicios de guillotinado, problemas de disponibilidad y tiempo de parada sitúan al B2 en desventaja comparado con el sistema de impresión B3+, que puede usar una gama extraordinariamente amplia de sustratos comerciales estándar y ofrecer funciones sofisticadas de manejo de papel.

La desventaja de la redundancia

El tiempo de funcionamiento es el rey en el competitivo entorno de producción actual. Si el sistema de impresión digital B2 se para, la producción se detiene. Los sistemas de impresión B3+ de formato más pequeño son menos caros de adquirir y un solo operador puede manejar varios sistemas de impresión, lo que permite adaptar su capacidad de inversión en segmentos manejables e instalar la redundancia necesaria para maximizar el tiempo de funcionamiento. Es un uso de recursos más rentable por definición.

B2: ¿Compensa correr el riesgo?

La decisión sobre cómo optimizar las operaciones en cualquier centro de impresión es compleja. Cuando hay que considerar qué plataforma de sistemas de impresión ofrece la mejor respuesta a la pregunta esencial (¿Cómo puedo producir la impresión al menor coste con la máxima calidad en el plazo más breve?) es importante pensar en…

  • Flexibilidad de aplicaciones. ¿Qué sistema de impresión le permitirá imprimir la gama más amplia de aplicaciones con la mayor eficiencia?
  • Requisitos de acabado. ¿Necesita aprovechar los equipos existentes o necesita asignar capital para la inversión en el acabado así como en la impresión? ¿Cuáles son los costes de imprimir en pliegos más grandes frente a pliegos más pequeños con un tamaño más cercano al tamaño acabado?
  • Requisitos de mano de obra. ¿Cómo puede el nuevo sistema de impresión digital por pliegos contribuir a que la mano de obra sea más eficiente en todo el centro de impresión?
  • Requisitos de volumen. ¿Cuánta capacidad necesita? ¿Tendrá el volumen necesario para utilizar toda la capacidad del sistema de impresión B2? ¿O tiene más sentido aprovechar su inversión y garantizar la recuperación de esta?

No hay que negar que los sistemas de impresión digital B2 imprimen más páginas por hora que los sistemas de impresión digital B3+ de tamaño más pequeño. Pero también necesitan una inversión de capital mucho más alta; es necesario que muchos trabajos utilicen la capacidad total del sistema de impresión B2 y cumplan su recuperación de la inversión prevista. El sistema de impresión digital B3+ le permite añadir capacidad de una forma modular a medida que su negocio lo necesite, lo que minimiza el riesgo que implica el cumplimiento de las previsiones de recuperación de inversión.

Los sistemas de impresión B2 con muy buenos para un pequeño subconjunto de aplicaciones nicho, como los pósteres de formato pequeño, pero para la mayoría del trabajo comercial general, el formato B2 representa mucho riesgo a cambio de poca ganancia. Un sistema de impresión de formato B3+ con capacidad para pliegos largos y manejo sólido del papel es una opción más versátil, al ofrecer un flujo de trabajo ágil para muchos tipos de aplicaciones, el potencial para una mejora real de la cuenta de resultados y la capacidad de aumentar la cuenta de ventas con las nuevas aplicaciones.

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